domingo, 24 de julio de 2016

Beyoncé

– Kannst du die Bühne sehen? (¿Puedes ver el escenario?)
– Nein, nichts (No, nada)

Las entradas que habíamos conseguido estaban en el Oberrang bloque 159, justo en la curva que el estadio daba hacia las gradas laterales. La Esprit Arena en Düsseldorf es gigantesca, así que el Oberrang está a una distancia considerable del escenario. Desde allí todo se veía pequeño, exceptuando por el monolito de LEDs que dominaba la parte trasera del escenario, donde todo sucedería. El monolito era también enorme, acorde con las dimensiones del estadio y estaba iluminado en blanco en los minutos antes de que comenzara el concierto. Las imágenes del concierto, close-ups y videos serían transmitidos allí, a gran escala, así que la distancia al escenario no era el mayor problema. El gran problema eran las columnas de sonido (THX) que habían instalado en las cuatro esquinas de la standing area. Éstas dificultaban la visión al escenario y al monolito, por lo cual sólo la parte delantera del escenario, una vía en forma de L que se adentraba en la multitud, era lo único que se veía sin obstáculos desde el sitio en el que estaban.

– Kannst du die Mädels sehen? (¿Puedes ver a las chicas?)
– Nein, nichts (No, nada)

Nuestras amigas estaban en el bloque 161, cerca, pero veinte filas más arriba. De allí seguro se podía ver incluso menos. El máximo de tickets que se podían comprar simultáneamente en la venta online era de cuatro personas, y como ellas eran tres hermanas tuvieron que comprar sus tickets por separado. Intentamos ver hacia el fondo, distinguir entre la multitud a las tres hermanas, pero fue en vano.

Antes de empezar el concierto colocaron canciones de Drake, Wiz Khalifa, pero también baladas de Whitney Houston. Como un abreboca para el balance perfecto entre pop, R&B y hip-hop que ha logrado Beyoncé.

A nuestro alrededor había sólo chicas. Adolescentes en su mayoría. Justo a mi lado había una joven de, probablemente, 16 años, acompañada de una amiga de su misma edad. Detrás, otro grupo de jóvenes, un poco mayores, todas chicas. ¿Por qué solamente chicas? ¿Acaso ningún hombre podía disfrutar de Beyoncé? Quizás no sea tanto el hecho de no disfrutar, pues todo el mundo puede bailar al ritmo de "Single Ladies", seas mujer u hombre, sino el hecho de que Beyoncé no está en las metapreferencias de muchos hombres. Metapreferencias son aquellas cosas que te gusta que te gusten. Quizás no todos quieran admitir cuánto les gusta y no van por vergüenza, excepto por aquellos que acompañan a las novias. Lo cierto es que no hay que olvidar que Beyoncé, desde los tiempos de Destiny's Child es una cantante para las chicas. Los himnos de girl empowerment como "Independent Women", "Run the World", etc. apelan sin lugar a dudas a muchas adolescentes en busca de afirmar su propia identidad.

Y entonces el monolito se apagó y comenzó a rotar. Los aplausos generaban momentum. La música comenzó a sonar: era "Formation", Beyoncé abriría con "Formation". Poco a poco una figura surgía del escenario, desde el suelo. Lo primero en reconocerse fue la oversized Fedora, el mismo sombrero de los CFDA Fashion Awards, pero esta vez, ¿de alas más grandes? -estaban muy lejos para saberlo. "Formation" es uno de los singles más poderosos que ha tenido Beyoncé y ahí, en el escenario, demostraba por qué un bang era la mejor manera de arrancar un show. No me interesé por el texto reivindicativo, la emoción era demasiado grande, sino más por la coreografía, el espectáculo. Durante esta canción me di cuenta que el concierto iba a ser el mejor al cual he asistido.

Luego de una versión a capella de "Irreplaceable", comenzaron a sonar las otras canciones de Lemonade. Cada vez que sonaba una de ellas, la chica a mi lado sabía toda la letra a la perfección, como si las hubiese estudiado antes de venir, cosa que seguramente hizo. Dichosos los adolescentes que tienen tiempo y memoria para aprenderse las canciones de sus ídolos. Una canción empezó a sonar y la chica de nuevo comenzó a cantar. Yo sabía que era de Lemonade, pero no estaba seguro de cuál. Hasta que la reconocí y le pregunté a Boris: Ist diese die eine mit 'Becky with the good hair'? Era, efectivamente, "Sorry". Fue la única canción que cantó completa, todas las demás fueron de alguna manera editadas.

Otros momentos destacados fueron "Countdown" -mi canción preferida de Beyoncé, "Drunk in Love" y "1+1", la cual Beyoncé admitió ser su favorita. El momento en el cual el público se integró más en el concierto fue en una rendición a capella de "Love On Top", en la cual Beyoncé demostró su cariño hacia Düsseldorf, a parte de dar un derroche de sus dotes de cantante: el tono de la canción se eleva en cada frase y Beyoncé pudo alcanzarlo sin mayor esfuerzo.

Los videos a gran escala que eran transmitidos en el monolito demostraron una cosa: lo hermosa que es Beyoncé. Cada vestuario realzaba una parte distinta de su cuerpo. Su silueta es la envidia de todas las mujeres. Un ejemplo cabal de la belleza de la mujer afroamericana.

Al final del espectáculo vino un show sobre agua, inspirado en las coreografías de Pina Bausch, en el cual Beyoncé y sus bailarinas demonstraron su dominio del escenario. La parte delantera del escenario, que estaba rodeada de la multitud en la Arena, poco a poco se llenó de agua y allí bailaron canciones como "Freedom", que requieren tanta fuerza interpretativa.

En fin, fue una experiencia inolvidable de parte de la mejor artista que existe en el mundo actualmente. 





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